- Ahora vengo - avisó la japonesa menor parándose del regazo de su novia dejando a el grupo de amigas que estaban comiendo.

Desapareció de la vista de todas haciendo que quedara un gran silencio y todas las miradas cayeran en Nayeon, la cual alzó una ceja en cuestión y a la vez miedo. No eran bonitas miradas, sinceramente... Bueno, bonitas sí eran, pero con intenciones bonitas pues no.

- ¿Qué? - se animó a preguntar la castaña.

- ¿Por qué mierda Mina esta así? - la pregunta fue simplemente de Sana que estaba al otro lado de la mesa.

- ¿Así cómo? - pues Nayeon la veía bastante normal, como normalmente actúa.

- De por sí ella es muy callada pero siempre tiene algún comentario qué hacer, tiene su mirada perdida y tú tienes algo que ver - la acusaba con el dedo índice acusador.

- ¿Por qué yo tengo algo qué ver? - preguntaba Nayeon a la defensiva.

- Porque por la única cosa que Mina está así es por ti. Lo sé porque, desde que solo le hablabas en las noches para que pueda concentrase en sus exámenes en el día, ella se ponía igual y a veces peor - Sana todavía recordaba la carita triste de Mina pegada a un libro, haciendo que pareciera mucho más triste.

- ... Bueno, sí tengo que ver yo - confirmaba haciendo que las demás solo esperaran el por qué, pero nunca llegó.

- Pero explica el por qué, pues - la japonesa no tenía paciencia y Nayeon en ese momento tenía mucha.

- Si eres su mejor amiga, pues averigualo. Ella debe decírtelo si lo cree necesario - dijo desesperando a Sana pero aun así esta no dijo nada más, tanto porque Mina regresó y porque era cierto; si Mina le tenía la confianza y el querer de decirlo le diría en cuanto le preguntara, sólo esperará hasta llevarla a casa porque en ningún segundo dejara que se regrese sola a casa y que luego deba enfrentarse a la mirada tan intimidante de la señora Myoui.

En unos minutos más salieron pero cuando Momo quiso pagar con el dinero juntado de todas el cajero habló.

- Señoritas, ustedes ya pagaron - afirmó confundiendo en grande a todas, menos a Mina y Nayeon que ya habían salido de ahí.

- ¿Qué? Pero si ninguna se ha acercado para acá, ¿no? - preguntó a las demás pero estas negaron sin tener nada que ver - ¿Quién pagó? - no iba quedar en deuda con quién sea que pagó eso.

- La señorita pelinegra que salió con la otra - señaló la puerta y Momo rápidamente gritó.

- ¡Mina! Maldita idiota más tierna que he visto, ¿pagaste todo? - salió del local junto a las demás con el dinero en mano.

- ¿Eh?... Sí - contestó simplemente.

- ¿Por qué? No deberías gastar el dinero así. Ten - le quiso dar el que tenía en mano pero Mina retrocedió y negó.

- No, no, no. Momo. Cuando les dije que mi mamá me dió para la comida, me refería a que me dió para invitarlas, no solo para mí - Momo sólo guardó silencio - Si regresara con el dinero mi mamá me regañaría y también es que las quería invitar algo - Nayeon sólo esperaba en el auto, ya que Sana, Mina, Momo y ella se irían en ese auto, mientras las demás en taxi por no poder entrar todas en uno solo.

- Pero podías comprarte algo o no sé - Mina negó de nuevo.

- Como dije, mi mamá me regañaría si tengo ese dinero cuando llegue a casa y también quise invitarlas. Tomen el dinero de vuelta y utilicenlo para el taxi - de ahí, no esperó respuesta y subió al auto junto a su novia quien sólo la dejó recargarse en ella pasando sus brazos por los hombros de la japonesa.

Después la pareja abrazada pudo ver como Momo y Jeongyeon peleaban por el dinero, las demás miraron un rato entretenidas y se fueron pidiendo un taxi.

- Deja eso, idiota de preparatoria privada - recalcaba Yoo, pero Momo tampoco se dejaba.

- Que tú estés en una de drogadictos robustos y pobres, no es mi culpa - en minutos ambas estaban yéndose por caminos diferentes; Jeongyeon enojada por no poder quitarle el dinero y Momo feliz por tener para comer algo de regreso.

Sana tuvo que pedir permiso para dormir en casa de Mina, ya que Nayeon también la acompañó a dejar a Mina, y Sana quería hablar a solas con Mina.

Mina regresó a escondidas la ropa de Nayeon después de que lograra convencer a su padre y madre que eran de ella probando algo nuevo, aunque estaba un poco usado y dudaron pero al final le creyeron cuando Kai apoyó con un 'Y se veía muy bien, eh', así que ahora agradece contarle a su hermano sobre su novia.

Aunque la señora Myoui aceptó que Sana durmiera en la casa, negó completamente que duerman hasta tarde ya que Mina iría a acompañar a su padre a comprar unas cosas temprano al día siguiente.

- ¿Por qué estás así todo el día? - directamente preguntó cuando entraron a la habitación de Mina, la cual Sana admiró y hasta miró extrañamente el pequeño refrigerador donde Mina a veces guarda comida y bebidas - Mierda, eres tan consentida - no lo decía de insulto o algo parecido, sólo que en serio habían muchas cosas que nunca ella podría tener en su vida con permiso de sus padres, como la gran televisión que hace parecer cine la habitación.

- Hoy le quería decir a mi madre sobre Yeonnie - Sana quedó pensando un poco quién era 'Yeonnie' pero luego comprendió que era Nayeon - Pero tengo miedo. Parece estar menos preocupada por mis cosas y comprendiendo que yo tengo cosas para mi sola, pero aún así tengo miedo.

- ¿Le dirás ahora? - hasta Sana tenía miedo y ahora dudaba si quedarse a dormir era realmente buena opción - ¡Pues vamos! Aprovechemos que estoy aquí y te apoyo, te sueltaras más - aunque no dejaría mostrar el miedo que le tenía en serio a la señora Myoui.

- Debe estar abajo... ¿Vamos ahora? - preguntaba exactamente sintiendo un pequeño hueco en su garganta que le causaba molestia.

- ¡Sí! Si es más temprano, más temprano lo asimilan - se refería también al padre. Aunque éste quiera mucho a Mina, no es tan cercano cómo su madre.

Mina solo respiró, suspirando sin decir nada. Abrió la puerta de su habitación, saliendo hacia la cocina y Sana con nervios la siguió.

La madre de Mina estaba un poco cansada viendo la televisión de la sala donde sólo estaba ella, sin compañía lo que hizo que los nervios de Mina aumentaran.

- Mamá, tengo que decirte algo importante - con esfuerzo no tartamudeó en sus palabras. Sana quedó en el empiezo de las escaleras mientras veía.

- Mina, ¿qué pasó? Te dije que durmieran temprano - Mina sólo se paró a unos dos metros de ella y viajaba la mirada por la sala.

- P-Pues... q-quería... ¿Recuerdas cuando me dijiste que no querías que tuviera novio tan joven ya que a esta edad solo hay chicos hormonales? - su madre asintió entrecerrando los ojos hacia su hija - P-Pues...

- Mina, respira. Dímelo - en su voz no se podía notar nada, si estaba bien con la platica o mal. Eso ponía más los nervios de Mina.

- P-Pues yo, ehh... ¡No tengo novio! Tengo... tengo una n-novia - y lo soltó, mirando atentamente a su madre.

En otro lado, Nayeon recibía un mensaje... o varios que la alertaron por venir del chat de su novia.

"¡Nayeon!" Fue el primero que hizo que la alentará a leer los demás.

"¡Yeonnie!" Segundo.

"¡Nana!" Nunca le decía así pero lo dejó pasar ya que en ese momento no importaba.

"¡Cariño!" Con eso se sonrojo un poco.

"¡LINDA!" Con eso su cara quedó roja pero siguió leyendo.

"¡NAYEONNIE!" Hasta ahí llegaban y decidió contestar.

"¿Qué? ¿Qué pasó? ¿Estás bien?" Fueron la preguntas que más se le vinieron a la mente y escribió rápidamente. Recibiendo una respuesta inmediata y que en realidad no esperó su contenido.

"¡MI MAMA ES BISEXUAL!" ... ¿Eh?

. . .

Ahorita me veo al espejo y como buena Nayeon biased que soy, estoy bien hermosa, solo digo. Ustedes igual.